La jefa de Estado volvió a sus cataratas de tuits y se despachó contra la Policía al advertir que esa fuerza de seguridad llegó a organizar a los delincuentes para que saquearan comercios durante los acuartelamientos.

Las expresiones que por las redes sociales dio a conocer la presidente Cristina Fernández de Kirchner podrían ahondar la crisis todavía vigente entre las fuerzas policiales y el poder político, en razón de que Twitter se convirtió en el dedo acusador de la jefa de Estado para acusar a los efectivos que se acuartelaron en los últimos días de haber organizado a la delincuencia para que saliera a saquear comercios mientras duraron los acuartelamientos.
CFK volvió a El Calafate luego de su convalescencia por el cuadro neurológico que sufrió hace dos meses y desde allí utilizó la red social del pajarito para lanzar una adminición tremenda en contra de los agentes policiales que hicieron protestas en los últimos días: "La Policía no puede organizar a la delincuencia para robar a la gente y a los comercios".
La presidenta tuvo un tiempo de tranquilidad en su primer vuelo en el Tango 01 luego de su operación y disparó contra lo que considera el núcleo del modus operandi de las Policías provinciales que lograron aumentos salariales tras presionar a los gobernadores con los acuartelamientos.
Sin rodeos, Cristina responsabilizó a los policías sublevados por los saqueos que se perpetraron en distintos puntos del país. La frase más dura de la presidenta fue la relacionada a la sospecha -o afirmación- de que los agentes del orden tomaron contacto con las organizaciones delictivas para estimularlas al pillaje mientras durara la huelga de uniformados
Para la presidenta, está demostrado que la Policía participó de los saqueos. "En Entre Ríos, los fiscales Fabio Zabaletta y Germán Dri allanaron domicilio de suboficial de policia provincial y encontraron varios lavarropas automáticos, una hidrolavadora, una aspiradora, un motor eléctrico y varias herramientas", dijo en la red social.
Finalmente, citó una frase del Presidente de la Conferencia Episcopal en la reunión de ayer: "La policía no puede dejar huérfana a la ciudadanía".