Política

Parrilli confirmó que Báez pagaba por los hoteles K

Después del escándalo por el supuesto lavado de dinero K, el empresario de origen correntino Lázaro Báez volvió a la palestra como consecuencia de una investigación periodística que desnuda un vínculo económico entre su compañía y la familia presidencial, sumamente redituable para los santacruceños que gobiernan el país desde 2003.


El diario La Nación descubrió que el dueño de Austral Construcciones pagó fuertes sumas de dinero a los hoteles de la familia Kirchner en El Calafate, a pesar de que en muchas ocasiones las habitaciones supuestamente contratadas no eran ocupadas y permanecían vacías.
En concreto, se supo a través del diario de los Mitre Saguier que el matrimonio Kirchner recibió entre 2010 y 2011 más de  14,5 millones de pesos por parte de la empresa Valle Mitre, una sociedad que gerencia sus hoteles y que controla Báez, según consta en los registros internos contables de esa firma.
Lo grave del caso es que el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, confirmó ese negocio que engordó el patrimonio de los Kirchner y sostuvo que se trata de un "acuerdo entre privados", aunque el constructor es uno de los principales prveedores del Estado Nacional y, obviamente, los encargados de autorizar las obras que realizó Austral Construcciones fueron Néstor y Cristina Kirchner.
Durante una entrevista con radio Vorterix, Parrilli indicó que se trata de "un acuerdo privado entre personas y que fueron declarados tanto por el ex presidente como por la Presidenta". Ante la repregunta de los periodistas, insistió: "Es una cuestión de negocios privados".
De acuerdo al secretario general de la Presidencia, Báez alquilaba todas esas habitaciones "para subalquilarlas, obviamente, no para tenerlas cerradas", al tiempo que defendió ese vínculo contractual entre el matrimonio Kirchner y el empresario de la obra pública ya que con esos alquileres "garantizaba un negocio".
Lo cierto es que los Kirchner recibieron cheques de Valle Mitre cada mes por la supuesta ocupación del hotel Alto Calafate, la hostería Las Dunasincluso y el hotel Los Sauces. La Nación señala que el caso podría configurar un caso de negociaciones incompatibles con la función pública, aunque para evitar la apertura de una nueva causa en la Justicia de Buenos Aires, el propio Baéz pidió ser investigado en Santa Cruz, donde se presentó de motu proprio.

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