La temperatura en el centro y norte del país, incluida la provincia de Corrientes, no presentará en los próximos días mayores cambios. El termómetro alcanzará los 40 grados y todo indica que las lluvias se harán esperar.

Después del breve respiro de ayer a la siesta, cuando el cielo nublado ilusionó a muchos con una lluvia que finalmente no se produjo, Corrientes volvió a las temperaturas record de los últimos 20 días y todo hace prever que la ola de calor extremo continuará al menos hasta el Año Nuevo.

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que hoy sábado la temperatura máxima llegará a 39 grados, mientras que mañana y el lunes el termómetro llegará a marcar 40 grados, con lo que nuevamente se esperan picos de consumo eléctrico en la provincia y la región.

Otro dato que abona la continuidad de la ola de calor es que no se registran probabilidades de lluvia para el Litoral, sino solamente momentos de cielo parcialmente nublado pero sin respiros para un diciembre que ya es el más caliente de los últimos 43 años.

"Sin mayores cambios, el calor y la humedad siguen dominando la situación en todo el centro y norte del país acompañado de chaparrones y tormentas dispersas. En el extremo sur sigue el tiempo ventoso y fresco con algunas precipitaciones", señala el reporte meteorológico más reciente.

Los picos de calor continúan también en las provincias del centro argentino, con el agravante de los cortes de energía en numerosos barrios de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, donde el sistema energético ha colapsado.

Mientras el Estado Nacional evalúa rescindir los contratos de concesión con Edesur y Edenor, las empresas distribuidoras de energía, los habitantes de esa zona del país sitiaron las calles con piquetes y fogatas en reclamo de una solución que hasta ahora nadie puede proporcionar.

Ayer, los cortes que mayor inconveniente causaron se registraron en la autopista 25 de Mayo, en el barrio de Flores, donde los vecinos carecen de luz desde hace once días.

Con colectivos escolares atravesados sobre el asfalto, interrumpieron el tránsito a la altura de la calle Lautaro, en Flores. Otro reclamo, en la autopista Dellepiane y Montiel, en Villa Lugano, provocó congestión en la zona sur. Y el Puente Alsina, que divide Lanús y Nueva Pompeya, se convirtió en una senda peatonal, ya que no podían circular los vehículos. Además el Camino del Buen Ayre, en la Panamericana, fue cortado a la altura de la ruta 8.

Las llamas y el olor a neumático quemado son desde hace varios días la postal de las esquinas porteñas. A los vecinos que arrastran el problema desde hace semanas se sumaron en las últimas horas zonas de Palermo y Las Cañitas, donde los cortes comenzaron entre el jueves a la noche y ayer por la mañana.