La Secretaría de Planeamiento paró una obra privada en la esquina de Gobernador Virasoro y Chacabuco, en el barrio Yapeyú. La misma no contaba con los permisos respectivos, se le habían librado  11 actas de infracción y otras tres clausuras preventivas. La obra en infracción invade además el espacio público y presenta riesgos estructurales. La determinación se enmarca en las firmes instrucciones del intendente Fabián Ríos de extremar los controles para garantizar la seguridad de trabajadores y de la población.

A través de la Subsecretaría de Fiscalización Urbana, la Municipalidad de Corrientes procedió a clausurar una obra en construcción en la intersección de las calles Gobernador Virasoro y Chacabuco, en el barrio Yapeyú. La misma no contaba con los permisos respectivos, y ya se habían librado  11 actas de  infracción y 2 clausuras previas.

"La clausura se efectuó a efectos de evitar  riesgos innecesarios dado que la obra no se ajustaría parámetros normales de construir e infringe normas vigentes en la materia", explicó  Gerardo Ramón Giménez, titular del área de control.

El funcionario precisó que desde hace más de un mes y medio que se le viene solicitando al propietario tomar las medidas correctivas, e incluso se le solicitó consolidar el apuntalamiento de la construcción por un profesional matriculado lo que hasta hoy no se cumplió.



Ante la comprobada y reiterada irregularidad, y con el apoyo de personal de la Policía de Corrientes, se decidió vallar la zona para evitar cualquier tipo de inconvenientes por los riesgos que representa la construcción.

La construcción está ubicada en la esquina mencionada, con planta baja, primer y segundo piso. Ocupa el espacio público indebidamente con una estructura precaria a simple vista y un voladizo de casi 4 metros sin columnas, que sobresale a la vereda. Incluso una de las losas del último piso en construcción está directamente apoyada por un poste de luz.

De acuerdo a los datos del expediente iniciado, el lugar estaba destinado a viviendas unifamiliares y consultorios.

Durante la semana, el propietario se acercó a las oficinas del municipio declarando que iba a paralizar todas las obras, lo que no se cumplió. Desde el Municipio se le exigió que haga un apuntalamiento inmediatamente con un profesional matriculado; pero desoyó la orden y continuó la construcción.

Tal consta en actas municipales, 11 veces continuó con la construcción a pesar de las intimaciones.

Durante toda la ejecución de la obra se le colocaron fajas de paralización, pero los trabajos continuaron, todo esto en un lapso de un mes y medio.

A fin de garantizar la seguridad de la zona, una cuadrilla de la Subsecretaría de Obras y Servicios Públicos colocó un vallado en toda la vereda del lugar.