Un hombre de 64 años identificado como Juan Carlos Borini falleció el marte 23 de julio mientras esperaba ser atendido en la guardia de emergencias de un hospital de Rosario, hasta donde llegó en silla de ruedas y con inconvenientes para respirar.



Borini esperó durante cinco horas en un pasillo del hospital provincial del Centenario en una jornada muy fría, afligido por un cuadro respiratorio que según los testigos era evidente. El hombre alcanzó a decir que le faltaba el aire.
Impedido de caminar debido a la amputación de su pierna derecha por una dolencia diabética, esperó un supuesto cambio de guardia pero las horas pasaron hasta que en determinado momento dejó de reclamar y entró en un estado de sopor.
En silencio y aparentemente dormido, su cabeza adquirió una posición extraña, por lo que otra paciente se acercó para tocarlo. Sintió que el hombre estaba rígido y frío. En ese momento otras personas alertaron a los enfermeros y se constató su fallecimiento.
"No sé qué les pasaba a los médicos. En mi caso, era la primera vez que iba a ese hospital, yo siempre fui al Roque Sáenz Peña. Pero te puedo decir que entre las 14, cuando yo llegué, y las 17, en esas tres horas apenas atendieron a tres o cuatro personas", se lamentó Beatriz, una de las pacientes.
Al confirmarse que Borini yacía muerto en su silla, otra mujer tomó su teléfono celular y dejó registrado el momento dramático en un video que luego se viralizó en las redes sociales.
"Mirá, qué vergüenza, un hospital público. Hace como tres horas que están cambiando la guardia", se lamentaba una paciente en el video.
Al cabo de unos pocos minutos, los propios médicos de la guardia fueron los que constataron la muerte de Borini.
El subsecretario del Tercer Nivel de Salud Pública de Santa Fe, Adrián Rascón, sostuvo a Infobae que “nos hacemos cargo de la responsabilidad que nos compete. Ya se inició un sumario interno para investigar responsabilidades y determinar por qué esta persona pasó ese tiempo sin ser atendida".
El funcionario aseguró que Borini era un paciente cotidiano del hospital y que sufría diferentes patologías. Rascón indicó que el hombre de 64 años  diabético, hipertenso, padecía adicción crónica al alcohol y además tenía amputada una de sus extremidades inferiores.
En el caso intervino la Unidad de Homicidios Culposos del Ministerio Público de la Acusación de la provincia, a cargo de Walter Jurado. Luego, la causa pasó a manos de la fiscal Valeria Piazza.
La fiscal secuestró la historia clínica de Borini y ordenó la autopsia. En tanto, también se inició una investigación sobre los dichos de algunos médicos, quienes afirman que Borini había sido atendido el día anterior y desoyó la recomendación profesional de quedarse internado.